TEORÍA PURA DE LA REPÚBLICA – EL FACTOR REPUBLICANO. Elecciones (XXII)

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     “El voto en blanco desprecia todas las candidaturas, pero aprecia el sistema electoral por listas de partido. La abstención, que no juzga la calidad de las personas candidatas, sino el modo autoritario y burlesco de meterlas en un parlamento tan ficticio como innecesario, atenta indirectamente contra la forma partidista del Estado, y directamente contra el sistema electoral. Dejar de votar no es privilegio moral de los republicanos, sino un derecho de las personas coherentes que no quieren votar sin elegir, ni ratificar partidos irresponsables, sino escoger representantes responsables. Personas que no pueden verse como menores en una representación legal, sino como mayores en una representación voluntaria. Que les repugna participar en una farsa electoral cuyos resultados jamás serán representativos de la sociedad civil. Que rehúsan ser cómplices de un fraude con apariencias de representación y que sólo es doble presentación de los partidos en el Estado. Que no quieren financiar con sus impuestos a los partidos adversarios de su ideología personal. Que desaprueban a los partidos estatales que se reparten el poder según las cuotas obtenidas en las urnas.

     Cuando es consciente de su naturaleza activa y de la negatividad particular que expresa, la decisión de no acudir a las urnas constituye un acto colectivo de gran trascendencia política y de un gran valor cívico. Lo consciente tiene mayor calado intelectual y moral que lo simplemente voluntario. La negatividad crítica, si no es actitud permanente como en el anarquismo, constituye un requisito previo a la innovación política. La abstención es enemiga de los partidos de integración de las masas en el Estado, pero no de los partidos de representación, como en EEUU, Gran Bretaña, Francia y Suiza. Mientras que en estos países una pequeña participación electoral no quita a los partidos su carácter representativo, en los Estados de Partidos una participación inferior al 50 por ciento del censo electoral, los priva de su potencial integrador de las masas, en virtud del cual se justificó su conversión en órganos del Estado. Los partidos estatales que no superan en conjunto la mitad del censo, dejan de ser necesarios al Estado y devienen enemigos mortales de la Sociedad. No es que pierdan legitimidad, pues esa cualidad nunca la tuvieron, sino que dejan de ser eficaces. Lo peor que le puede suceder a una maquinaria estatal.”

 

 

 

Antonio García-Trevijano Forte

TEORÍA PURA DE LA REPÚBLICA

EL FACTOR REPUBLICANO

Elecciones

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